En una tarde de primavera, arrancamos nuestra ruta sobre las 19:30, hace un día bonito, con pocas nubes. El punto de salida son nuestras instalaciones en Can Picafort para dirigirnos a uno de los lugares más sorprendentes de la isla.
Para esta ocasión, nuestra ruta se realiza con 2 increibles motos, la Suzuki Vstrom 1000 y la Suzuki Gladius 650. Ambas son de nuestra empresa Most Wanted Motorcycles, disponibles para alquiler.
Empezamos por un trayecto urbano, empieza la temporada turística, hay poco tráfico, con tramos de carretera muy lentos, cruzamos desde Can Picafort, Playas de Muro, Pto. Alcudia y Alcudia.
A las afueras de Alcudia dirección puerto de Pollença es una de las carreteras más bellas de Mallorca, rodamos pegados al mar, por momentos uno tiene la impresión de extender la mano y acariciar el agua sin bajarse de la moto.
Una vez en el Port de Pollença empieza nuestro objetivo, nos dirigimos a la carretera hacia Formentor, pasando al lado de una base militar empezamos a subir montaña, vienen las primeras curvas, son curvas de 180º, preciosas, luego vienen otras más placidas. Al empezar a subir giramos la cabeza y vemos el puerto empezar a iluminarse, precioso.
Poco después de las primeras curvas llega el primer mirador con un gran aparcamiento y un desvío, seguimos recto sin parar, no era momento de perder tiempo, apenas quedaba tiempo para llegar al Cap de Formentor con luz diurna. Ese mirador y el desvío lo dejaremos para otra ruta, seguimos...
La carretera nos lleva por un sinfín de curvas preciosas, adornadas con unos guardarraíles cubiertos de madera, todo rodeado de árboles en todo su esplendor, además de un paisaje cambiante, desde los desniveles casi acantilados a unos bosques interminables cruzados por el asfalto nuevo. Entre tanto bosque aparece al fondo un aparcamiento y varias entradas: el Hotel Formentor y su playa. Es un lugar único donde famosos de todo el mundo han veraneado desde hace más de 80 años, un paraíso dentro de otro paraíso. Sin embargo, seguimos sin poder pararnos en esta ocasión, el tiempo sigue en nuestra contra, la luz del sol se apaga cada vez más.
Una recta interminable nos separa del emblemático Hotel, poco después aparecen de nuevo las curvas y los cambios de nivel del suelo, con otros rincones para acceder a playas escondidas, seguimos la carretera hacía nuestra meta, el paisaje sigue siendo verde, pero ahora es rocoso, pocos árboles, muchas curvas y empezamos a visualizar al fondo nuestra meta, eso sí, haciendo bastantes curvas con miradores y sitios fotográficos. Dos curvas más, dos curvas más, parece interminable, deliciosa carretera, cruzamos los muros con varias inscripciones sobre el faro, el asfalto empeora de golpe, el aparcamiento esta casi vacio, hemos llegado justo antes de la puesta de sol. A partir de ahora no se puede definir con palabras, solo con imagenes.
Creo que las imágenes no bastan.
¿Apetece? Estad preparados para la próxima.
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